Ayer se cumplieron 19 años desde que el expresidente George W. Bush envió a los primeros reclusos a la base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo, en Cuba, después del atentado del 11 de septiembre. El sombrío aniversario se produce al tiempo que activistas en defensa de los derechos humanos continúan exigiendo el cierre de la prisión militar de Estados Unidos, donde 40 personas continúan detenidas de manera indefinida, la mayoría sin ser acusada de cargos penales ni tener acceso a un juicio justo.
En un comunicado, el Centro de Derechos Constitucionales instó al Gobierno de Biden a cerrar el centro de detención y declaró lo siguiente: “Hoy se inicia el vergonzoso vigésimo año de la encarcelación ilegal de hombres musulmanes en Guantánamo. Incluso en un panorama nacional de encarcelamiento brutal y extremo, las detenciones de estos hombres en Guantánamo (…) no tienen precedentes y, sin embargo, en la actualidad son en gran medida invisibles”.