El ex gobernador de Michigan Rick Snyder y otros ocho ex funcionarios fueron acusados el jueves 14 de enero en el marco de una vasta investigación penal por la crisis del agua en Flint. Snyder enfrenta dos cargos por conducta dolosa de funcionario, un delito menor. En 2014, el gerente de emergencias de Flint, un funcionario no elegido por el voto sino designado por el entonces gobernador Snyder, modificó la fuente de abastecimiento de agua de la ciudad al río Flint para ahorrar costos. Esa medida se vincula con, al menos, doce muertes por un brote de la enfermedad del legionario y el envenenamiento con plomo de gran parte de la población, incluyendo a niños y niñas, en una ciudad donde la mayoría de la población es negra. “Es realmente importante que muchas de las personas elegidas, incluido el gobernador, respondan a un estándar más alto”, comenta la legisladora Rashida Tlaib de Michigan. Tlaib afirma que algunos niños y niñas siguen sufriendo efectos secundarios —como problemas de aprendizaje— de la ingesta de agua contaminad y que gran parte de la población continúa enferma y necesita apoyo para acceder a la atención médica.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Rashida Tlaib.