Abordamos la lucha para salvar a ancianas, ancianos y personas hablantes de lenguas indígenas, en momentos que la pandemia arrasa a los pueblos originarios. Las comunidades indígenas deben hacer frente a una atención médica penosamente inadecuada, la falta de apoyo del gobierno y el persistente legado de siglos de colonialismo. En Estados Unidos, la tasa de mortalidad por COVID-19 en la población indígena es el doble que en la población blanca. Para combatir esta crisis, la tribu sioux de Standing Rock decidió vacunar primero a las y los ancianos que hablan las lenguas dakota y lakota. “Sabíamos que había muchos ancianos y ancianas que corrían un riesgo muy alto, y esto era algo que nos preocupaba desde el principio”, dice Jodi Archambault, miembro de la tribu sioux de Standing Rock y ex asesora especial de Asuntos indígenas del presidente Barack Obama. La madre y el padre de Nola Taken Alive, miembro del Consejo Tribal Sioux de Standing Rock, murieron recientemente de COVID-19. “Mi madre y mi padre eran personas muy humildes”, dice. “Tenían un papel muy importante, no solo en la vida de mis hermanos y de la familia, sino también de toda la comunidad de Standing Rock”. También hablamos con Alex White Plume, ex vicepresidente y ex presidente de la tribu oglala sioux de la reserva Pine Ridge que es intérprete del idioma lakota.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Jodi Archambault, Nola Taken Alive y Alex White Plum.