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Gran sorpresa causó la decisión de una jueza británica, que rechazó la extradición de Julian Assange a Estados Unidos por considerar que el fundador de WikiLeaks no estaría seguro en una prisión estadounidense debido al deteriorado estado de salud mental en que se encuentra. En 2019 Assange fue acusado en Estados Unidos con diecisiete cargos de violación a la Ley de Espionaje, por la publicación de documentos clasificados que daban a conocer crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos en Irak, Afganistán y otros lugares. Estados Unidos ya anunció que apelará el fallo. Por su parte, organizaciones de defensa de la libertad de prensa vienen luchando hace años contra el procesamiento de Assange, planteando que sentaría un precedente peligroso de enjuiciamiento a periodistas. El rechazo a la extradición —basado en la preocupación por la seguridad de la cárcel más que en el derecho a la libertad de prensa— muestra que “este no es el final del camino”, afirma la asesora legal de Assange, Jennifer Robinson. “Sigue siendo un precedente terrible”. También hablamos con Jameel Jaffer, director fundador del Instituto Knight de la Primera Enmienda de la Universidad de Columbia, quien dice que si bien se trata de una “victoria muy importante” para Assange, es claro que la jueza se ha puesto en gran medida del lado de la fiscalía estadounidense.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Jennifer Robinson y Jameel Jaffer.
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