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La participación en la quinta elección parlamentaria de Irak fue la más baja de la historia. Mucha gente iraquí se negó a votar ante una desconfianza generalizada en el proceso democrático y la política. El clérigo chiita Muqtada al-Sadr, que ha sido un firme opositor a la invasión extranjera, ganó la mayor cantidad de escaños. También se lo acusa de secuestrar y asesinar a sus opositores. “La elección fue más para cuidar las apariencias de este régimen y este sistema que para responder a las demandas del pueblo”, dice Nabil Salih, periodista y fotógrafo iraquí que también analiza las movilizaciones de protesta que provocaron la anticipación de las elecciones y las condiciones de los hospitales iraquíes. Su artículo más reciente para el portal periodístico Middle East Eye se titula: “Iraq’s streets are littered with the memories of our dead” (Las calles de Irak están regadas con los recuerdos de nuestros muertos).
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Nabil Salih.