Residentes de Benton Harbor, Michigan, exigen que se reemplacen de inmediato las tuberías de plomo que ponen en peligro el agua potable. Desde 2018, el nivel de plomo en el agua de esta ciudad —donde la mayoría de la población es negra— supera hasta sesenta veces el límite establecido a nivel federal. Sin embargo, las autoridades le dieron a esta contaminación el carácter de crisis urgente recién en los últimos días. La Dra. Mona Hanna-Attisha, pediatra que denunció una crisis similar con el agua en la vecina ciudad de Flint, ve paralelismos entre las dos emergencias. “Cada día que pasa con plomo en el agua, es un día más de riesgo para las niñas y niños de Benton Harbor”, afirma. El reverendo Edward Pinkney, presidente de la organización Benton Harbor Community Water Council, enfatiza que el racismo tiene un papel importante en la lenta respuesta del Gobierno: “Dado que Benton Harbor es una ciudad donde la mayoría de la población es negra, creen que esto puede continuar así”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Mona Hanna-Attisha y Edward Pinkney.