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Taxistas de la ciudad de Nueva York han entrado en su segunda semana de huelga de hambre frente al Ayuntamiento, para exigir que el alcalde implemente medidas de alivio para la deuda de miles de conductores que están sufriendo el impacto de la caída de precios en el sistema de licencias. Muchos conductores compraron los medallones, el permiso requerido para conducir un taxi, por más de un millón de dólares. Pero con la incursión de las aplicaciones de viajes compartidos como Uber y Lyft, así como la reciente caída de la demanda de taxis debido a la pandemia, estas licencias ahora solo valen alrededor de 100,000 dólares. En este contexto de deuda enorme y ruina financiera, al menos nueve conductores se han suicidado. Hablamos con el taxista Augustine Tang, que lleva seis días en huelga de hambre y conocía personalmente a uno de los conductores que se suicidó. Afirma que está en huelga por quienes compraron medallones, “se arruinaron financieramente” y quedaron “sin salida”. También hablamos con Zohran Mamdani, integrante de la asamblea legislativa del estado de Nueva York que se sumó a los conductores en la huelga de hambre. Mamdani dice: “Es importante para nosotros como legisladores llamar la atención sobre esto que la gente está sufriendo fuera de la vista de la élite política”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Augustine Tang y Zohran Mamdani.
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