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Una red de derechos humanos formada por 60 organizaciones que trabajan a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México envió una carta al Congreso de EE.UU. el 27 de octubre. En ella exhortan a dicho cuerpo a que investigue las “unidades policiales en la sombra” que hace más de tres décadas vienen ayudando a encubrir las golpizas y los asesinatos cometidos por agentes de la Patrulla Fronteriza. Se dice que estas unidades secretas, identificadas en la carta como “Equipos de Trabajo para Incidentes Graves de la Patrulla Fronteriza”, posiblemente sean “las unidades policiales en la sombra más grandes y antiguas que operan actualmente a nivel del Gobierno federal” en Estados Unidos. Nuevos detalles de estas unidades salieron a la luz cuando un equipo jurídico que investigaba el asesinato de un hombre mexicano padre de familia llamado Anastasio Hernández Rojas, a manos de la Patrulla Fronteriza en 2010. Los abogados encontraron que una unidad especial de investigación secreta había manipulado e incluso destruido pruebas del caso para proteger a los agentes involucrados. El periodista de investigación John Carlos Frey, que informó sobre el caso y ayudó a descubrir a estas unidades que operan en la sombra, dice que los agentes “alteraron pruebas, obstruyeron la justicia y violaron la ley”. Frey agrega que a la
Patrulla Fronteriza se le permite “investigarse a sí misma sin ningún tipo de supervisión”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con John Carlos Frey.
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