El primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhimi, sobrevivió a un intento de asesinato, después de que atacantes no identificados intentaran conseguir que drones cargados de explosivos ingresaran durante la noche del sábado en su vivienda, situada en la fuertemente fortificada “Zona Verde” de Bagdad. Las autoridades iraquíes dijeron que dos de los drones fueron derribados, pero al menos uno logró bombardear la residencia oficial del primer ministro, lo que causó daños en puertas y ventanas. Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad por el ataque, el cual, según se informa, dejó a diez guardias heridos.
El incidente se produjo después de que se llevaran a cabo manifestaciones multitudinarias a modo de protesta por los resultados de las elecciones parlamentarias del mes pasado, en las que perdieron terreno candidatos que representaban a milicias chiitas proiraníes. El viernes, soldados iraquíes dispararon gases lacrimógenos y municiones reales contra los manifestantes y, según se informa, al menos dos personas murieron y decenas resultaron heridas.