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En la localidad de Oxford, estado de Michigan, se están llevando a cabo los funerales de los cuatro estudiantes asesinados por un compañero de clase de 15 años de edad, cuyos disparos también causaron heridas a otras siete personas. Ethan Crumbley fue acusado de terrorismo y asesinato en primer grado. Además, su madre y su padre fueron acusados de homicidio involuntario porque, se presume, le dieron al joven acceso a un arma de fuego a pesar de que este presentaba signos claros de estar pensando en cometer delitos violentos. Nos acompañan Nicole Hockley, cuyo hijo Dylan de 6 años murió en el ataque perpetrado en la escuela primaria Sandy Hook hace nueve años. El hecho la llevó a fundar la organización Sandy Hook Promise. También hablamos con Kris Brown, presidente de Brady, una de las organizaciones de prevención de la violencia con armas de fuego más antiguas de Estados Unidos. “Hay una epidemia de violencia armada en este país”, afirma Brown. “Este fue un acto de violencia absolutamente prevenible”, agrega Hockley, quien también habla del sistema de denuncia anónima que tiene su organización. Se llama Alza la voz (Say Something) y está pensado para que las y los estudiantes lo utilicen cuando ven que un compañero corre riesgo de lastimarse a sí mismo o a otras personas.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Nicole Hockley y Kris Brown.
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