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En Bessemer, Alabama, trabajadores de Amazon están en proceso de votación para definir la conformación de un sindicato. De lograrlo, se convertirán en el primer depósito sindicalizado de Amazon en Estados Unidos. Sus demandas incluyen medidas de seguridad más estrictas contra la COVID-19 y mecanismos de compensación frente a estándares de productividad tan insoportablemente altos que en ocasiones no dejan tiempo para ir al baño. “Queremos que nos escuchen. Queremos que nos traten como personas y que no nos ignoren cuando tenemos problemas ”, dice Jennifer Bates, trabajadora de la planta BHM1 de Amazon que desde el principio ha participado en la campaña para formar el sindicato. También hablamos con Michael Foster, trabajador sindicalizado de una planta avícola, miembro y organizador del sindicato de trabajadores del comercio mayorista, minorista y de grandes tiendas (RWDSU por su sigla en inglés). “Amazon tiene mucho poder para imponer su autoridad en este momento. Y nuestro intento como sindicato de enfrentarnos a Amazon en un estado que no incluye la sindicalización en las condiciones de empleo, es la imagen perfecta de David contra Goliat,” señala.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Jennifer Bates y Michael Foster.
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