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Las autoridades de Indianápolis afirman que en el año 2020 la madre de Brandon Hole —ex empleado de FedEx que mató a ocho personas a tiros en un depósito de la compañía el 15 de abril de 2021— llamó a la policía y dijo que su hijo podría hacer algo para “hacerse matar por la policía”. El alerta llevó a la policía a incautarle al joven una escopeta con acción de bombeo. Pero las autoridades no hicieron que Hole compareciera ante la justicia conforme a la ley de “alarma” vigente en Indiana. Esta ley permite que la policía o los tribunales confisquen armas a personas que manifiesten señales violencia. “Ni siquiera se intentó usar la ley que fue diseñada para impedir justamente esto: que esta persona vaya y compre un arma nueva”, dice Nick Suplina, director de leyes y políticas de la organización Everytown for Gun Safety.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Nick Suplina.