En Estados Unidos, las autoridades del estado de Florida están apresurándose para evitar el catastrófico colapso de un estanque de 31 hectáreas donde se almacenan aguas residuales en una mina de fosfato abandonada en la zona de la bahía de Tampa. Equipos de trabajadores han estado bombeando más de 75.000 litros de agua contaminada por minuto desde el embalse de Piney Point hacia las vías fluviales circundantes después de que las paredes de la represa comenzaran a presentar filtraciones. El gobernador Ron DeSantis ha ordenado la evacuación de 300 viviendas. Los funcionarios de la oficina del sheriff del condado de Manatee inicialmente exigieron que los reclusos fueran trasladados al segundo piso de una cárcel ubicada en las proximidades del estanque. Sin embargo, terminaron revocando la orden, ya que alegan que representaba un riesgo de seguridad. Algunos modelos matemáticos predicen que un colapso podría provocar un muro de agua de seis metros de altura. Estas fueron las palabras expresadas por el administrador del condado de Manatee, Scott Hopes.
Scott Hopes: “Estamos hablando del potencial de que, en cuestión de minutos y segundos, unos dos mil millones de litros salgan de ese depósito de retención y ocupen las zonas circundantes”.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, el fósforo y el nitrógeno en las aguas residuales podrían causar la proliferación de algas que pueden matar peces y ser nocivas para los seres humanos.