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Este año, en el Día de los Caídos, se conmemora el centenario de la masacre racial de Tulsa, perpetrada en 1921. Se trata de uno de los episodios de violencia racial más trágicos de la historia de Estados Unidos. El próspero distrito afroestadounidense de Greenwood en Tulsa, Oklahoma, conocido como la “Wall Street Negra”, fue quemado por completo por una horda de personas blancas. Se estima que trescientas personas afroestadounidenses murieron y más de mil resultaron heridas. La población blanca de Tulsa ocultó activamente la verdad e intimidó a la gente afroestadounidenses para que guardara silencio. Pero los esfuerzos por reconstruir el horrible hecho y colocarlo en el lugar que le corresponde en la historia de Estados Unidos están teniendo resultado. La semana pasada, sobrevivientes de la masacre declararon ante el Congreso de EE.UU. y pidieron acciones de reparación. Por su parte, el presidente Biden visitará Tulsa el próximo 1 de junio. Hablamos con el documentalista Stanley Nelson, cuya nueva película —que se estrenará este fin de semana— explora la historia de la población negra que llegó a Oklahoma buscando libertad y construyó una comunidad próspera en Greenwood y cómo, luego, todo fue destruido en dos días de terrible violencia. Nelson señala que mucha gente afroestadounidense emigró hacia el oeste después de la Guerra Civil “para comenzar una nueva vida” con dignidad. “Greenwood era una de más de cien comunidades afroestadounidenses del oeste de EE.UU.”, afirma Nelson. “Greenwood era la más grande y brillante de todas”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Stanley Nelson.