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¿Las personas afroestadounidenses gozan de los derechos garantizados por la Segunda Enmienda? Esa es la pregunta que Carol Anderson, profesora de la Universidad de Emory, se propuso responder en su nuevo libro, “The Second” (La Segunda) que indaga acerca del derecho constitucional a portar armas y su aplicación desigual a lo largo de la historia de Estados Unidos. Anderson afirma que fue el asesinato de Philando Castile a manos de la Policía en el año 2016 lo que la motivó a escribir el libro. Castile recibió un disparo mortal durante un control de tránsito luego de decirle al agente policial que portaba legalmente un arma de fuego. Anderson afirma que, desde sus orígenes, la Segunda Enmienda estuvo destinada a que la gente blanca pudiera portar armas para controlar a la población negra. “Había un miedo enorme a las rebeliones de esclavos, a que las personas negras exigieran su libertad y estuvieran dispuestas a hacer un levantamiento para obtenerla”, sostiene Anderson. “Lo que vi fue que no se trataba de armas. Se trataba del miedo a la gente negra”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Carol Anderson.