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Con dos fallos importantes, la Corte Suprema de EE.UU. debilitó aún más la Ley de Derechos Electorales y habilitó el financiamiento secreto de personas y grupos multimillonarios a las campañas políticas. Con seis votos a favor y tres en contra, las y los jueces conservadores ratificaron dos leyes electorales de Arizona muy criticadas por su impacto en la participación electoral de sectores minoritarios. La decisión constituye una señal de que es muy posible lograr que se declaren constitucionales otras restricciones electorales sancionadas en estados con Gobiernos republicanos, si se presentan impugnaciones ante el superior tribunal. En otro caso, la mayoría conservadora del tribunal anuló una ley de California que exigía que las organizaciones de beneficencia revelaran en privado ante el fiscal general del estado quiénes eran sus principales donantes. Esta decisión podría abrir la puerta a un mayor flujo de “dinero de origen desconocido” en las campañas. Ben Jealous, presidente de la organización People for the American Way y ex presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), dice que las decisiones de la Corte Suprema reflejan el giro conservador del fuero federal del poder judicial. “Están secuestrando nuestra democracia desde arriba para ayudar y apoyar a las y los gobernadores republicanos que trataron de secuestrarla desde abajo”, dice.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Ben Jealous.
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