El primer ministro de Líbano advierte que el país está a días de una “explosión social”, atravesando lo que el Banco Mundial describe como una de las peores depresiones económicas de la historia moderna. La moneda del país sufrió una depreciación de más del 90% y el desempleo se aumentó drásticamente, al igual que los precios del combustible. La mayoría de los hogares y comercios, e incluso los hospitales, solo tienen energía eléctrica unas pocas horas al día, mientras que las farmacias se están quedando sin medicamentos. La ONU advierte que más de tres cuartos de los hogares del Líbano no tienen suficientes alimentos ni suficiente dinero para comprarlos. Asimismo, el país enfrenta una vasta crisis política tras la devastadora explosión ocurrida en agosto pasado en el puerto de Beirut, en la que murieron más de 200 personas, 7.000 resultaron heridas y más de 250 mil residentes de Beirut quedaron sin vivienda. Nisreen Salti, profesora de economía de la Universidad Americana de Beirut, dice que “el sistema se derrumbó por completo” en el Líbano debido a décadas de desigualdad estructural. “La clase empresarial y política que se beneficia del sistema ha saqueado la economía durante más de veinte años”, dice Salti. También hablamos con el especialista en Medio Oriente Ziad Abu-Rish de la Universidad de Bard, quien afirma que la crisis económica y la explosión en el puerto, por la que no hubo importantes procesamientos judiciales, revelan la impunidad con la que operan las élites del país. “Parte del problema es la falta total de responsabilidad”, dice Abu-Rish.
Para conocer más sobre este tema, puede ver (en inglés) la conversación que mantuvimos con Nisreen Salti y Ziad Abu-Rish.