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Hace veinte años, Barbara Lee fue la única legisladora del Congreso estadounidense que votó contra la guerra justo después de los devastadores atentados perpetrados el 11 de septiembre de 2001, que dejaron un saldo de cerca de tres mil muertes. “No nos convirtamos en el mal que deploramos”, exhortó a sus colegas en un discurso dramático que dio en el hemiciclo de la Cámara de Representantes. El resultado de la votación fue de 420 a 1. Esta semana, mientras Estados Unidos conmemora el vigésimo aniversario de aquellos eventos, la legisladora Lee habló con Amy Goodman de Democracy Now! sobre el ominoso voto que emitió en 2001 y cómo sus peores temores sobre las “guerras eternas” se hicieron realidad. “Lo único que [la resolución] decía era que el presidente podía hacer uso de la fuerza de manera indefinida, en la medida que ese país, esa persona u organización estuviera relacionada con los atentados del 11 de septiembre. Es decir, era sencillamente una renuncia total a nuestras responsabilidades como miembros del Congreso”, dice Lee.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Barbara Lee.