En Nigeria, unas 200 personas murieron la semana pasada en el estado noroccidental de Zamfara durante una serie de ataques perpetrados por grupos armados en represalia por una ofensiva aérea militar contra sus escondites. Hombres armados irrumpieron en más de una docena de aldeas de la región, dispararon contra residentes y saquearon e incendiaron sus casas. Se calcula que unas 10.000 personas fueron desplazadas, mientras que otras siguen desaparecidas.
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