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Analizamos el escándalo político que se está desarrollando en la ciudad de Los Ángeles. El lunes 10 de octubre, la presidenta del Concejo Municipal, Nury Martínez, renunció a su puesto al difundirse una grabación en la que se la escucha proferir comentarios racistas sobre la población indígena inmigrante de la ciudad y sobre el hijo negro de otro concejal, al que calificó de “changuito” (palabra que en México hace referencia a un mono pequeño). Se trata de una conversación de 2021, en la que Martínez hablaba sobre la reconfiguración de los distritos electorales con los concejales Kevin de León y Gil Cedillo, y con el presidente de la Federación Laboral del Condado de Los Ángeles, Ron Herrea, quien también renunció a su puesto el lunes. “La incitación al odio [de Martínez] contra los pueblos indígenas tiene un impacto directo en sus vidas”, dice Odilia Romero. Su organización, Comunidades Indígenas en Liderazgo (CIELO), con sede en Los Ángeles, es una de las que salieron a pedir la renuncia de Martínez. “Más allá del dolor y más allá del daño es necesario prestar atención a este intento por marginar el poder [electoral] negro”, dice Melina Abdullah, activista de Black Lives Matter Los Ángeles, que además de la renuncia de los cuatro dirigentes involucrados, está pidiendo una investigación sobre cómo el racismo dentro del Concejo Municipal ha socavado el poder electoral negro, además de defender la necesidad un “cambio cultural de raíz” en la política de la ciudad.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Odilia Romero y Melina Abdullah.