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La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) ha presentado una demanda ante la Corte Suprema para pedir la revocación de una ley del estado de Arkansas que busca prohibir el movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel (BDS). El BDS es un movimiento que propone boicotear al Estados de Israel y los productos israelíes como forma de protesta por la violación de los derechos del pueblo palestino. Arkansas es uno de los más de 30 estados de Estados Unidos que han aprobado esta legislación —que es exactamente igual en todos los casos— cuyo objetivo es criminalizar el movimiento de BDS. La ley les exige a los contratistas estatales que se comprometan a no boicotear al Estado de Israel bajo la amenaza de ser penalizados si no lo hacen. La ACLU, junto a otras organizaciones, argumenta que el derecho al boicot es fundamental en la política estadounidense y en la protección de la libertad de expresión. En su presentación, advierten que la lucha contra las leyes anti-BDS también es importante para no perder en Estados Unidos el derecho a boicotear a otros sectores poderosos, como las empresas de combustibles fósiles y los fabricantes de armas. Hablamos con el abogado de la ACLU Brian Hauss y con Alan Leveritt, director del periódico The Arkansas Times y querellante en la demanda presentada. “El estado de Arkansas nos está exigiendo asumir una posición política a cambio de recibir publicidad”, dice Leveritt, quien sostiene que la demanda tiene que ver “puramente con la Primera Enmienda”, que garantiza la libertad de expresión en Estados Unidos. También hablamos con la cineasta Julia Bacha, que siguió la historia de Leveritt en su documental “Boicot”. Bacha plantea que “es fundamental empezar a preguntarles a nuestros legisladores por qué votaron a favor de estas medidas y qué implican realmente”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Brian Hauss, Alan Leveritt y Julia Bacha.