En Estados Unidos, las predicciones de una “ola roja” de victorias republicanas en las elecciones de mitad de mandato no se materializaron y la batalla por el control del Congreso en ese país sigue sin definirse dos días después de las votaciones. Tres contiendas electorales de resultado aún incierto definirán la pelea de demócratas y republicanos por el control del Senado de Estados Unidos.
En el estado de Arizona, el actual senador demócrata Mark Kelly lleva una ventaja significativa sobre el republicano Blake Masters, pero aún queda casi un tercio de papeletas por contar.
En el estado de Nevada, el republicano Adam Laxalt, partidario de Trump, supera a la actual senadora demócrata Catherine Cortez Masto por menos de 20.000 votos. La mayor parte del 20% de las boletas que aún no se han escrutado corresponden a votos por correo de áreas urbanas que probablemente favorezcan a Cortez Masto.
En el estado de Georgia, el secretario de Estado estatal recientemente reelegido, el republicano Brad Raffensperger, anunció que el 6 de diciembre se celebrará una segunda vuelta para definir quién ocupa uno de los dos escaños en el Senado de Estados Unidos en representación de Georgia. El actual senador demócrata Raphael Warnock recibió aproximadamente 30.000 votos más que su rival republicano, la exestrella de la Liga Nacional de Fútbol Americano Herschel Walker. Sin embargo, Warnock no llegó a alcanzar, por un estrecho margen, el 50% de los votos que se necesitan en Georgia para evitar una segunda vuelta.
Mientras tanto, el vicegobernador del estado de Wisconsin, el demócrata Mandela Barnes, perdió la contienda electoral ante el republicano Ron Johnson, quien logró así su reelección al Senado de Estados Unidos en representación de Wisconsin. El senador Johnson es un negacionista del cambio climático que ha restado importancia al ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021. Poco antes de la insurrección, Johnson y miembros de su personal intentaron entregar listas de compromisarios falsos al entonces vicepresidente Mike Pence.