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El alcalde demócrata de El Paso, Texas, ha declarado el estado de emergencia en anticipación a las dificultades que tendrá la ciudad para proporcionar refugio y recursos a las miles de personas que están llegando a la frontera entre Estados Unidos y México en calidad de solicitantes de asilo. Esto sucede en momentos que el Gobierno de Biden tiene previsto dejar de aplicar la política conocida como Título 42, implementada por el Gobierno de Trump durante la pandemia de COVID 19 para impedir el ingreso de más de 2 millones de migrantes que buscaban asilo en Estados Unidos. Muchos de estos solicitantes de asilo se encuentran ahora en la frontera, durmiendo al aire libre con temperaturas heladas, pero la infraestructura para recibirles es muy deficiente, señala Fernando García, fundador y director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, con sede en El Paso. “Esta es, según mi parecer, la tormenta perfecta que se está desarrollando ahora mismo en la frontera”, sostiene García. “Si no implementamos soluciones a largo plazo, si no implementamos una reforma migratoria que arregle los problemas generados en el proceso de asilo por el Gobierno anterior, creo que vamos a seguir viendo este tipo de crisis”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Fernando García.