El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció esta semana que la guerra en Ucrania se ha prolongado más de lo esperado y predijo que el conflicto podría llevar un “largo proceso”. También advirtió que el riesgo de una guerra nuclear está aumentando, pero se comprometió a no ser el primero en recurrir a las armas nucleares. Mientras tanto, Rusia continúa atacando objetivos civiles en toda Ucrania y, en particular, infraestructura energética, lo que ha dejado a gran parte del país en la oscuridad y el frío ante la pronta llegada del invierno. Según un informe de la ONU, desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de este año, el conflicto ha causado la muerte de más de 17.000 civiles, entre ellos 419 menores. Desde Moscú se comunica con Democracy Now! el disidente ruso Boris Kagarlitsky, quien dice que el agotamiento generado por la guerra está arrasando la sociedad rusa. “Esto terminará mal para el pueblo ruso”, afirma Kagarlitsky y añade que las élites rusas están cada vez más incómodas. “Rusia está perdiendo la guerra. Rusia va a perder la guerra inevitablemente”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Boris Kagarlitsky.