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Ocho años después del comienzo de la crisis del agua en Flint y las muertes que causó, la Corte Suprema del estado de Michigan desestimó los cargos presentados contra el exgobernador Rick Snyder y otros ocho exfuncionarios por su responsabilidad en la contaminación del sistema de abastecimiento de agua potable de la ciudad. Esta emergencia de salud pública se desató cuando el Gobierno de Snyder tomó la decisión de cambiar la fuente del suministro de agua de la ciudad del sistema de Detroit al río Flint, para ahorrar costos, pero luego no tomó medidas para proteger a la población, mayoritariamente negra, contra el envenenamiento por plomo y bacterias que sobrevino por su decisión. “Realmente, una siente que la justicia se está convirtiendo en un espejismo para los residentes de Flint”, afirma Nayyirah Shariff, directora de la coalición Flint Rising. “No se está responsabilizando a nadie, no hay justicia para nadie, nadie recibe compensaciones en Flint”, agrega su compañera activista y residente de Flint, Melissa Mays. Democracy Now! entrevistó por primera vez a las dos organizadoras en 2016 para nuestro documental “Thirsty for Democracy: The Poisoning of an American City” (Sed de democracia: El envenenamiento de una ciudad estadounidense).
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que tuvimos con Melissa Mays y Nayyirah Shariff