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El 15 de julio, el presidente Biden se reunirá con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, como parte de una visita de cuatro días a la región destinada a restablecer relaciones clave y desarrollar la cooperación en materia de seguridad en Medio Oriente. Activistas de derechos humanos expresaron su indignación ante la voluntad de Estados Unidos de apoyar a un líder responsable de violaciones de derechos humanos, entre ellas la brutal guerra en Yemen y el asesinato, ordenado por el Estado, del columnista del periódico Washington Post Jamal Khashoggi. Uno de los objetivos de Biden es convencer a Arabia Saudí de que aumente la producción de petróleo dadas las presiones que hay en EE.UU. por el aumento vertiginoso de los precios del combustible a consecuencia de la guerra rusa en Ucrania. “Si estamos dispuestos a sacrificarnos por el precio del petróleo, podríamos hacer sacrificios mucho menos atroces que mantener el apoyo militar a los Gobiernos de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos”, afirma Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de la organización Democracy for the Arab World Now.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Sarah Leah Whitson.
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