El 15 de agosto, un grupo de abogados y periodistas demandó judicialmente a la CIA y a su exdirector Mike Pompeo por haberles espiado cuando se reunían con Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, donde este tenía asilo político. La demanda se presentó en momentos que el Reino Unido se prepara para extraditar al fundador de WikiLeaks a Estados Unidos, donde enfrenta 175 años de cárcel por violar la Ley de Espionaje con la publicación de documentos secretos que exponen los crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos en Irak y Afganistán. Conversamos con el abogado principal del caso, Richard Roth, que detalla cómo una empresa de seguridad privada que trabajaba en esa Embajada les enviaba a las agencias de inteligencia estadounidense información que había en los teléfonos celulares y las computadoras portátiles de las personas que visitaban a Assange y, además, transmitía por video esas reuniones privadas. Roth afirma que estos delitos violan una serie de derechos de confidencialidad y podrían hacer que un juez estadounidense desestime el caso si Assange es finalmente extraditado.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que tuvimos con Richard Roth.