En Bagdad, capital de Irak, al menos 30 personas murieron y otras cientos resultaron heridas en los enfrentamientos entre partidarios armados del poderoso clérigo chiita Muqtada al-Sadr y las fuerzas de seguridad. El lunes 29 de agosto, al-Sadr había anunciado que se retiraría de la política. Los hechos de violencia se producen tras meses de agitación política en Irak, donde los dirigentes políticos han sido incapaces de formar un Gobierno después de las elecciones parlamentarias de octubre. El martes, el primer ministro anunció que “podría dejar su puesto” si la complicada situación política del país se prolonga. “Los partidos políticos que están en el poder son en realidad milicias que no saben hablar el lenguaje de la política, no entienden la democracia ni entienden que les toca dar un paso al costado cuando son derrotados”, dice Yanar Mohammed, presidenta de la Organización para la Libertad de la Mujeres en Irak, que se comunica con Democracy Now! desde Bagdad. Mohammed dice que estos combates impulsados por los partidos políticos “han mantenido a la totalidad de la población iraquí como rehén” durante casi 24 horas, obligando a la gente a quedarse en casa “porque parecía que estábamos en una guerra civil”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Yanar Mohammed.