El rey Carlos III vuela este martes a la ciudad de Belfast, capital de Irlanda del Norte, al tiempo que los dolientes siguen reuniéndose en la Catedral de St. Giles, en la ciudad de Edimburgo, capital de Escocia, donde el féretro de la reina Isabel II se encuentra expuesto en la capilla ardiente. Durante el reinado de Isabel II, más de 3.600 personas murieron en Irlanda del Norte a lo largo de las tres décadas de conflicto entre el Ejército Republicano Irlandés, conocido como el IRA, y las fuerzas armadas respaldadas por el Reino Unido. En 1979, un atentado perpetrado por el IRA mató a Lord Louis Mountbatten, primo segundo de la reina. En 2012, la reina y el exlíder del IRA y representante del Sinn Féin Martin McGuinness se dieron la mano en Belfast. La semana pasada, la vicepresidenta del Sinn Féin, Michelle O’Neill, rindió homenaje a la reina.
Michelle O’Neill: “No hay duda de que deja el legado de alguien que tendió la mano de la amistad, alguien que promovió la paz y la reconciliación, alguien que buscó construir relaciones entre los irlandeses y los británicos. Creo que hizo un trabajo excelente y es algo por lo que creo será muy recordada aquí en esta isla”.