Millones de residentes de Florida que viven en la ruta del huracán Ian recibieron la orden de evacuar. En este contexto, grupos de activistas presionaron a las autoridades para que evacuaran también a cerca de 176.000 personas encarceladas en prisiones, cárceles y centros de detención de inmigrantes. En este momento, tras el paso de la tormenta, millones de personas están sin energía eléctrica y muchas sin el suministro de agua potable. “Estamos preocupados por las condiciones de vida en los próximos días y semanas, sin aire acondicionado, sin instalaciones sanitarias, sin agua potable, sin alimentos, sin personal adecuado y sin acceso a una atención médica”, afirma Ángel D’Angelo, miembro de la Coalición para una Justicia Restaurativa y de la campaña Fight Toxic Prisons contra el sistema penitenciario.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Ángel D’Angelo.