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El domingo 1 de enero, el exdirigente sindical y jefe del Partido de los Trabajadores Luiz Inácio Lula da Silva tomó juramento como presidente de Brasil por tercera vez en su vida. En esta ocasión, asume como sucesor del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro. Lula gobernó previamente entre 2003 y 2010 y fue el presidente más popular de Brasil. Sus políticas contribuyeron a sacar a decenas de millones de personas de la pobreza. En 2018, cuando se preparaba para una nueva candidatura, fue encarcelado por cargos de corrupción sobre la base de acusaciones falsas. Su detención allanó el camino para la victoria electoral de Bolsonaro. Los cargos fueron posteriormente desestimados, Lula pudo presentarse como candidato y ganó las elecciones. Bolsonaro, que ya se había negado a reconocer la victoria de Lula, huyó de Brasil hacia Orlando, Florida, como forma de boicotear la ceremonia de investidura presidencial y, quizás, de evitar investigaciones penales en su contra. El nuevo Gobierno ha prometido luchar contra la pobreza, invertir en educación y salud, y detener la tala ilegal en la selva amazónica. Analizamos la asunción presidencial con Maria Luísa Mendonça, directora de la Red por la Justicia Social y los Derechos Humanos de Brasil, y con el periodista Michael Fox, presentador del podcast “Brasil en llamas”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Maria Luísa Mendonça y Michael Fox.