El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, repudió las acciones de los miles de partidarios del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro que irrumpieron el domingo en los edificios del Congreso, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial de Brasil. La escena trae reminiscencias de la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos. En Brasilia, los manifestantes rompieron ventanas, saquearon oficinas e incendiaron una alfombra dentro del Congreso antes de que las autoridades lograran desalojar los edificios, realizando más de 400 detenciones. Bolsonaro nunca ha admitido formalmente su derrota electoral frente a Lula, quien acaba de asumir su tercer mandato como presidente. En lugar de participar en la ceremonia de investidura de Lula, Bolsonaro huyó a Florida donde, según informes, se reunió con Donald Trump en el complejo Mar-A-Lago. Al mismo tiempo, sus partidarios bloquearon carreteras y establecieron campamentos de protesta frente a bases militares y en diferentes zonas de la capital, Brasilia, para protestar por lo que denuncian sin fundamentos como fraude electoral. Actualizamos la información sobre el tema con el profesor y periodista brasileño Thiago Amparo, que se encuentra en São Paulo, y con el periodista Michael Fox, presentador del podcast “Brasil en llamas”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Thiago Amparo y Michael Fox.