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Luego del impactante ataque llevado a cabo por Hamás contra Israel el 7 de octubre se ha intensificado la represión en el territorio ocupado de Cisjordania, por parte de soldados y colonos israelíes. Al menos 55 personas palestinas murieron y más de 700 fueron detenidas, entre ellas destacadas personalidades políticas. “La gente está preocupada, todo esto no tiene precedentes”, dice Sari Bashi, directora de programas de Human Rights Watch en Ramallah. Bashi es una de las fundadoras de la organización israelí de derechos humanos Gisha, que trabaja contra las políticas de apartheid hacia el pueblo palestino. En el contexto actual, Bashi insta a las autoridades estadounidenses a abordar las violaciones de derechos humanos que llevaron a este conflicto. “Ninguna política estadounidense para mitigar el conflicto entre Israel y Palestina tendrá éxito si no aborda las violencias que se ejercen en el territorio”.
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