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El sindicato automotriz estadounidense United Auto Workers (UAW) ha llegado a acuerdos tentativos con las empresas Ford, Stellantis y General Motors, con lo cual los trabajadores están regresando a sus puestos después de una histórica huelga de seis semanas contra estos tres grandes fabricantes de automóviles, cuyas oficinas centrales se encuentran en Detroit. Los acuerdos establecen mejores beneficios y aumentos salariales importantes durante el período que duran los contratos laborales. “Esto cambiará la vida de los miembros del sindicato que cobran los salarios más bajos”, señala la legendaria periodista especializada en el movimiento sindical Jane Slaughter, fundadora del medio Labor Notes. El éxito logrado por el sindicato UAW se puede atribuir en gran medida a la estrategia de huelga impulsada por el presidente del sindicato, Shawn Fain, en la que las diferentes seccionales del sindicato, en lugar de parar todas a la vez, se fueron sumando a la huelga semana a semana como forma de ejercer presión ante la falta de avance en las negociaciones. Fain es parte de una nueva ola de dirigentes reformistas que asumieron con la decisión de revertir las pérdidas sufridas en la Gran Recesión, cuando el sindicato hizo concesiones históricas para mantener a flote a las empresas automotrices. “Nada de esto hubiera sucedido con el antiguo liderazgo del UAW”, dice Slaughter.
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