En Sudán, miles de personas se han visto obligadas a huir de la región de Darfur Occidental al tiempo que el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido logra importantes avances en la región y arrebata ciudades al Ejército sudanés. La cadena de noticias CNN informa que las Fuerzas de Apoyo Rápido están matando y torturando a personas de diversos grupos étnicos. Los combates entre las fuerzas armadas sudanesas y el grupo paramilitar estallaron el 15 de abril en Jartum y desde entonces se han extendido a diversas zonas del país. Al menos 10.000 civiles han muerto y muchos más han resultado heridos. La ONU afirma que 4,5 millones de personas han tenido que desplazarse a otras partes de Sudán, mientras que más de 1,2 millones han huido del país, muchos de los cuales se han refugiado en el Chad.
Asiya: “Me dijeron que habían matado a mi hermano, y no sabemos dónde está. Mi madre, los hijos de mi hermana y yo vinimos a el Chad. No sabemos dónde está mi padre. No lo hemos podido encontrar. Quemaron todo y se llevaron todo. No trajimos nada, solo a Dios y nuestra ropa”.
La ONU advierte que el conflicto podría extenderse pronto a Sudán del Sur y a la disputada región de Abyei.
El sistema de salud de Sudán está “al borde del colapso”, ya que cuatro de cada cinco centros de salud han dejado de funcionar en algunas zonas. El cólera, el sarampión, el dengue y la malaria se están propagando rápidamente, al tiempo que aumentan los cuadros de desnutrición. Esta semana, las partes en conflicto mantuvieron conversaciones en Arabia Saudí, donde pactaron facilitar el acceso de la ayuda humanitaria, pero no acordaron un alto el fuego.