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El miércoles 15 de febrero, cientos de habitantes de la localidad de East Palestine, Ohio, se congregaron en la primera reunión municipal después del descarrilamiento de un tren que transportaba materiales peligrosos y la posterior quema “controlada” que dejó una nube de químicos tóxicos en el aire. Durante la reunión, mucha gente manifestó su desconfianza en la empresa ferroviaria Norfolk Southern así como en los funcionarios públicos que el miércoles 8 aseguraron a la población que el aire y el agua de la localidad eran seguros. Hablamos del tema con Emily Wright, directora de desarrollo de la organización River Valley Organizing, que está trabajando junto a las comunidades locales por un saneamiento con criterios de justicia.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Emily Wright.