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El sospechoso del tiroteo masivo perpetrado la semana pasada en la ciudad de Cleveland ha sido arrestado por autoridades del estado de Texas e imputado con cinco cargos de asesinato. La policía acusa a Francisco Oropesa de matar a cinco personas en la casa vecina a la suya, entre ellas un niño de 9 años, luego de discutir con la familia que la habitaba, que le pedía que dejara de disparar su rifle estilo AR-15 en el patio porque no dejaba dormir a un bebé. El gobernador de Texas, Greg Abbott, fue repudiado después del ataque por referirse a las víctimas como “inmigrantes ilegales”, por lo que más tarde se disculpó. “Su objetivo es deshumanizar a la gente”, señala el senador estatal de Texas Roland Gutiérrez acerca de Abbott y agrega que el gobernador no ha hecho nada para detener la violencia con armas de fuego y el fácil acceso a las armas en el estado. “Las políticas del Partido Republicano en todo el país han llevado a que exista una gran flexibilidad en el control de armas de fuego, lo que permite a casi cualquier persona, y ciertamente en Texas es así, conseguir un arma como el AR-15 con total impunidad”.
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