En Sudán, los combates entre el ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido ya han obligado a más de 3 millones de personas a abandonar sus hogares y la ONU advierte que el país está al borde de una “guerra civil a gran escala”. Después de varios intentos fallidos de sostener un alto el fuego, esta semana Egipto está organizando una cumbre con el objetivo de “desarrollar mecanismos efectivos” entre los países vecinos para resolver el conflicto. Según la activista sudanesa Marine Alneel, la población civil sudanesa está atravesando una crisis de salud de efectos letales, con hospitales cerrados y graves restricciones en el acceso a los suministros médicos. Además, Alneel alerta sobre la inminencia de la hambruna, así como la posible escasez de viviendas y lugares donde refugiarse ante la proximidad de la temporada de lluvias. También nos acompaña, desde El Cairo, Khalid Mustafa Medani, presidente del Programa de Estudios Africanos de la Universidad McGill, quien considera que hay “una escalada drástica” en los combates y advierte que las negociaciones en Egipto están cayendo en los mismos errores fatales que se produjeron cuando el ejército sudanés derrocó al presidente Omar al-Bashir, al centrarse sólo en los líderes militares en lugar de incluir líderes civiles, activistas y habitantes de la región.
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