El viernes 8 de septiembre, Marruecos se vio sacudido por un terremoto de magnitud 6,8, el más fuerte registrado en la región en al menos un siglo. Las autoridades han declarado tres días de luto por las 2.500 personas fallecidas en el seísmo, cifra que probablemente seguirá aumentando. Además, hay otras 2.500 personas heridas. El epicentro fue en las montañas del Alto Atlas, ubicadas a unos 70 kilómetros de Marrakech. Hasta el momento, muchos pueblos de la zona continúan en gran medida incomunicados, sin electricidad ni agua corriente. El terremoto también dañó partes de Marrakech, como la ciudad vieja, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hablamos con los académicos marroquíes Abdellah El Haloui, que se encuentra en Marrakech donde es jefe del Departamento de Inglés de la Universidad Cadi Ayyad, y Brahim El Guabli, originario de la ciudad de Ouarzazate, que fue golpeada por el terremoto. El Guabli es profesor adjunto de estudios árabes en la universidad estadounidense Williams College.
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