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Por primera vez en la historia, el sindicato estadounidense de la industria automotriz United Auto Workers (UAW) ha lanzado una huelga simultánea contra los tres grandes fabricantes de automóviles del país: Ford, General Motors y Stellantis, la empresa matriz de la marca Chrysler. El presidente de UAW, Shawn Fein, anunció que estas huelgas se llevarán a cabo en tres instalaciones: una planta de General Motors en Wentzville, Missouri; un complejo de Stellantis en Toledo, Ohio y una planta de ensamblaje de Ford en Wayne, Michigan. En los próximos días, la acción podría extenderse a otros lugares para incrementar la presión sobre las empresas. “Los trabajadoras están entusiasmados, estamos listos y unidos”, dice la electricista Marcelina Pedraza, miembro de la seccional 551 de UAW, que funciona en una planta de ensamblaje de Ford en Chicago. “Este es un momento importante en la historia en el que podemos recuperar muchas de las cosas que hemos perdido en los últimos años”, añade Pedraza. En conjunto, estas tres empresas automotrices obtuvieron una ganancia de 21 mil millones de dólares en los primeros seis meses de 2023. En este contexto, el sindicato está buscando recuperar los beneficios contractuales que fueron suspendidos en la crisis financiera de 2008 para que los fabricantes no quebraran. “Ese acuerdo fue una píldora envenenada para los trabajadores y el nuevo liderazgo del UAW lo sabe”, dice la periodista sindical Alex Press, quien considera que con esta huelga el movimiento sindical “no solo está recuperando las concesiones realizadas, sino que está pasando a la ofensiva”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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