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El viernes, el senador demócrata Bob Menéndez y su esposa fueron imputados por fiscales federales de aceptar sobornos a cambio de usar su posición para incrementar el apoyo militar de Estados Unidos a Egipto y hacerles favores a tres empresarios de Nueva Jersey, entre los cuales está Wael Hana, un egipcio-estadounidense al frente del lucrativo negocio de la certificación de las exportaciones de carne halal. “Egipto es un importante importador de carne”, explica Lina Attalah, editora del portal periodístico independiente Mada Masr, con sede en El Cairo, que en 2019 investigó el monopolio de la certificación halal. “Se trata de un hecho directo de corrupción financiera con grandes tentáculos políticos que afectan en gran medida las relaciones bilaterales”. Ahora, Menéndez ha renunciado como jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y existe una creciente presión para que renuncie a su cargo como senador. Según el reportero de Nueva Jersey Bob Hennelly, la misma dirigencia política del estado que durante años avaló su accionar ahora parece lista para dejarle caer. Henelly sostiene que el Partido Demócrata “realmente no puede darse el lujo de tener a Bob Menéndez en sus filas” y señala que Menéndez ya había enfrentado graves acusaciones de corrupción anteriormente, pero aún así retuvo su escaño en el Senado. “Así es como él se maneja”.
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