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Después de décadas de lucha por la autonomía de esta región disputada entre Azerbaiyán y Armenia, el Gobierno de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj anunció su disolución. Hace pocos días, las fuerzas armadas azerbaiyanas llevaron a cabo una incursión militar con el fin de recuperar el control de la región separatista, cuya población es mayoritariamente de etnia armenia. Se informa que más de la mitad de las 120.000 personas que habitan este territorio han huido a Armenia mientras que otras miles permanecen allí sin alimentos, refugio ni agua potable. “Básicamente, se trata de un proceso de limpieza étnica”, afirma Roubina Margossian, directora editorial de EVN Report, un medio de comunicación independiente con sede en Armenia. “Esta es la victoria de una dictadura sobre una democracia”.
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