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El viernes 26 de enero, el Gobierno de Biden suspendió la aprobación de licencias para la construcción de nuevas terminales de exportación de gas natural licuado, decisión que mucha gente considera una gran victoria para el movimiento por la justicia climática. Desde Luisiana, nos acompaña la activista ambiental Roishetta Sibley Ozane, quien trabajó mucho para lograr esta medida y califica la suspensión como “una decisión histórica para la lucha por la justicia climática”, que se logró a través de un proceso organizativo de años entre activistas y comunidades vulnerables al cambio climático. “No hay nada natural en liberar gas metano contaminante en una comunidad donde hay niños y niñas jugando”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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