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Amnistía Internacional ha presentado un nuevo informe, titulado “¿El costo de hacer negocios? La contaminación tóxica de la industria petroquímica en Estados Unidos”. El informe documenta el impacto que tienen en la salud y el medioambiente las plantas petroquímicas y de combustibles fósiles administradas por corporaciones como ExxonMobil y Shell en el Canal de Navegación de Houston, en el estado de Texas. La organización identifica el área como una “zona de sacrificio” donde los daños recaen de manera desproporcionada en comunidades marginalizadas. “Nuestros hallazgos son un ejemplo de desafíos y problemas más amplios, como regulaciones deficientes y leyes inadecuadas a nivel estatal y federal”, señala Marta Schaaf, autora del informe, quien llama a establecer una moratoria para nuevos proyectos sin dejar de lado el objetivo de eliminar gradualmente y a largo plazo el uso de los combustibles fósiles.
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