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En todos los puertos de la costa este y la costa del golfo de Estados Unidos, de Maine a Texas, trabajadores portuarios han abandonado sus puestos de trabajo para sumarse a la primera huelga con estas características en casi 50 años. La Asociación Internacional de Estibadores representa a cerca de 45.000 trabajadores de 36 puertos del país, que hoy luchan por mejores salarios y garantías de que sus empleos no serán automatizados. “Estamos viviendo una fuerte movilización sindical en todo el país”, señala Peter Goodman, corresponsal de economía internacional del periódico New York Times. Goodman explica que el presidente Biden está atrapado entre la presión de los sindicatos para que apoye la huelga y el riesgo de que los precios al consumidor aumenten por la interrupción del suministro. “Faltan pocas semanas para unas elecciones presidenciales cuyos resultados bien podrían verse afectados por los sentimientos de la gente sobre la economía y el descontento por la inflación”, añade Goodman.
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