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A pocos días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que tendrán lugar el 5 de noviembre, crecen los temores de que miembros del Partido Republicano pretendan interferir en la certificación de los resultados electorales con el fin de instalar a Donald Trump como presidente. El domingo 27 de octubre, en su cierre de campaña en el Madison Square Garden, Trump dijo que tenía un “secretito” con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que tendría un “gran impacto” en el resultado de las elecciones. Pero ni él ni Johnson dieron detalles al respecto. Elie Mystal, corresponsal judicial de la revista The Nation, plantea que es altamente probable que ese secreto sea un plan para forzar una “elección contingente”, que se da cuando ningún candidato gana la mayoría de los votos del Colegio Electoral, caso en el cual la Cámara de Representantes define quién gana la presidencia. Actualmente, el Partido Republicano tiene una leve mayoría en la Cámara de Representantes. Mystal señala que incluso si el Partido Demócrata impugnara el resultado, el caso igual terminaría ante una Corte Suprema cuya amplia mayoría es conservadora y probablemente se pondría del lado de Trump.
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