A un día de las elecciones en Estados Unidos, todas las miradas apuntan a Michigan, un estado pendular fundamental en el que Donald Trump y Kamala Harris se disputan los votos “indecisos”. El sector del electorado que aún no definió su voto incluye a muchos de los 200.000 votantes araboestadounidenses y musulmanes del estado, que se oponen a la postura tanto del Partido Republicano como del Demócrata sobre Israel y Palestina. Hablamos del tema con el alcalde libanoestadounidense de Dearborn, Michigan, Abdullah Hammoud. Como primer árabe y musulmán que ha llegado a ser alcalde de la ciudad, Hammoud cuenta que el Partido Demócrata perdió el apoyo electoral de gran parte de su comunidad y analiza cómo el voto de la población araboestadounidenses podría incidir en las elecciones presidenciales. Hammoud, al igual que muchos residentes de Dearborn, ha perdido a miembros de su familia extendida en los ataques de Israel contra el Líbano y dice que en la ciudad hay “un manto de dolor” por esta situación. Después de haber llamado a un alto el fuego en Gaza y un embargo de armas a Israel por parte del Gobierno estadounidense, la semana pasada Hammoud rechazó una reunión con Trump, pero también se ha negado a expresar su apoyo a Harris. El alcalde propone a su electorado que no se mantenga completamente al margen de las elecciones, sino que “voten desde su conciencia moral” y señala que la ciudadanía de Dearborn está “principalmente, dispuesta a poner a la gente por encima del partido”.
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