Hace 75 días que Laila Soueif está en huelga de hambre para exhortar al Gobierno del Reino Unido que presione por la liberación de su hijo, el escritor y activista egipcio-británico Alaa Abd El-Fattah, quien fue acusado de difundir noticias falsas y sigue preso en Egipto a pesar de haber cumplido el tiempo previsto en su condena en septiembre. Según organizaciones de derechos humanos, Alaa ha sido sometido a torturas, golpizas y maltratos terribles en la cárcel. “Dado que a ninguno de los dos Gobiernos parece importarle la situación de los presos políticos excepto cuando hay una crisis, me he propuesto generar una crisis”, dice Soueif, quien se compromete a volver a reunir a su hijo con su nieto, Khalid, de 13 años. “Alaa se ha perdido toda su infancia. Tienen que estar juntos y, hasta que eso suceda, no voy a retractarme de mi compromiso. Estoy en huelga de hambre hasta que me derrumbe o lo logre”.
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