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La familia de Sonya Massey exige justicia por su muerte y denuncia que las autoridades intentaron encubrir que murió por los disparos de un oficial de policía de Springfield, Illinois, ya que inicialmente dijeron que había sido un disparo “autoinfligido”. Las imágenes de las cámaras corporales de los agentes muestran que esta primera versión era una mentira. Los disparos policiales mataron a Massey, de 36 años de edad y madre de dos hijos, en su propia casa el 6 de julio, luego de que ella misma llamara al 911 para pedir ayuda. “Nunca he visto un video de una muerte por disparos policiales más terrible que éste. Es totalmente absurdo”, señala el abogado de derechos civiles Ben Crump, quien representa a la familia. “[Massey] necesitaba ayuda, no un tiro en la cara”.
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