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El jueves 22 de agosto, la Convención Nacional Demócrata realizó su jornada de clausura en Chicago con la aceptación formal de la vicepresidenta Kamala Harris de la candidatura presidencial del Partido Demócrata. Éste fue el momento cúlmine de una semana marcada, para muchos miembros del partido, por la espectacularización y la celebración de la política. “Una de las cosas que más me llamó la atención en esta convención fue cómo se montó un espectáculo de masas totalmente coreografiado, que me pareció realmente digno de [de la cineasta alemana propagandista del nazismo] Leni Riefenstahl”, dice el copresentador de Democracy Now! Juan González. Al analizar comparativamente la convención demócrata y la republicana, González señala que éstas reflejaron “las dos caras del capitalismo estadounidense”: el Partido Republicano se mostró como el hogar del “capitalismo del supremacismo blanco” mientras que el Partido Demócrata se mostró como promotor de un “capitalismo neoliberal multirracial”. González añade que, más allá de los constantes cánticos y consignas a favor de Estados Unidos que se escucharon durante toda la semana de la convención demócrata, la realidad es que el prestigio y el nivel de confianza que tiene Estados Unidos a nivel internacional nunca ha sido tan bajo como en la actualidad”.
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